lunes, abril 10, 2017

Consideraciones para que las ciudades del Ecuador se desarrollen de manera Sostenible.

En la República del Ecuador, la planificación urbana no ha sido un factor importante en el momento de diseñar las ciudades; y estas se han ido desarrollando a través de prácticas desordenadas de crecimiento, es así que muchos de los asentamiento humanos existentes en ciudades del país, se han ido desarrollando bajo la promoción personas que se han preocupado por el lucro solamente y no han velado por la calidad de vida de las personas. Mucho más grave es cuando estos asentamientos se han generado por invasiones o asentamientos humanos ilegales que se disponen en las zonas peri-urbanas de las ciudades o a las afueras de los círculos de las híper-centralidades que se forman en las ciudades.

Estas prácticas poco contribuyen al desarrollo sostenible de las ciudades, los gobiernos autónomos descentralizados o municipios deben velar por cubrir las necesidades de hábitat de la población y evitar que prácticas no planificadas de crecimiento se sigan realizando; el desarrollo sostenible sólo se transformará en una propuesta en serio en la medida que sea posible distinguir sus componentes reales, es decir, sus contenidos sectoriales, económicos, ambientales y sociales. (Gligo, 2006)

La planificación es la clave del desarrollo sostenible del país y de sus centros urbanos, el Ecuador debe re-pensar las ciudades, dado que los desarrollos actuales han permitido el desarrollo de los asentamiento humanos de forma desordenada e insustentable, se ha promovido la segregación de las comunidades con la creación de espacios cerrados y amurallados que no dan acceso ni permiten la comunicación o el contacto social. Las ciudades han crecido y han cambiado hasta convertirse en estructuras tan complejas y tan poco manejables que se hace difícil recordar que su existencia se justifica para satisfacer, ante todo, las necesidades humanas y sociales de las comunidades; de hecho, suelen fallar en este punto. (Rogers, 2000)

Hoy en día las ciudades consumen las tres cuartas partes de la energía que genera el mundo y producen la misma cantidad de contaminación total del planeta. Son lugares de producción y consumo de la mayoría de los productos industriales. Las ciudades se han convertido en parásitos dentro del paisaje, ingentes organismos que absorben energía del planeta para su mantenimiento: consumidoras incansables, contaminantes incansables. (Rogers, 2000) El planeta es un sistema cerrado, que posee recursos finitos por lo que los humanos deben preocuparse por el cuidado y la sustentabilidad de esos recursos, la sobre explotación de los recursos naturales que genera el planeta, perjudican los ciclos de vida y el mantenimiento del sistema Tierra, es necesario un compromiso que permitiera equilibrar las metas económicas, ambientales y sociales entre las generaciones presentes y futuras. (BID, 2011)

Según la declaración de Rio en su principio número ocho, se expresa que las naciones adscritas suscribieron un compromiso por el desarrollo sustentable de las ciudades; Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas. (ONU, 1992) De la misma forma en la Agenda 2030 suscrita en el año 2015 por varios países entre ellos Ecuador, se determina en el objetivo número once diez metas que buscan como objetivo; lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. (ONU, 2015) Estos tratados internacionales que el país ha suscrito comprometen al Ecuador a elevar sus estrategias políticas y de planificación para el desarrollo a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y fomentar ciudades más inclusivas, sostenibles y resilientes, es por ello que las ciudades deben adaptarse, re-diseñarse y planificarse de tal modo que el sistema territorial se desarrolle para alcanzar un sistema satisfactorio y sostenible que proporcione un marco adecuado a la calidad de vida de los ciudadanos. (Gomez, 2008)

En la actualidad en términos urbanísticos, se hace una fuerte crítica al sistema de desarrollo de las ciudades y en espacial como el automóvil ha contribuido al deterioro de un sistema de conexión social; como este medio de transporte privado a contribuido a la planificación urbana de las últimas décadas, en donde los municipios o ayuntamientos de las ciudades se han enfocado a que el diseño urbanístico de sus centros urbanos sea en función del automóvil donde las calles y los espacios públicos se organizan para entregar un mayor beneficio con el uso del mismo. Dejando muy de lado factores que permitan una mejor integración con los ciudadanos y los sistemas públicos abiertos que permiten promover de mejor manera las relaciones y la comunicación social de sus habitantes.

Las ciudades pueden diseñarse mediante una planificación integradora con el fin de aumentar el rendimiento energético, consumir menos recursos, producir menos polución y evitar expandirse sobre el paisaje rural. Buscando profundizar en la idea de una ciudad compacta, que sea socialmente diversa donde las actividades sociales y económicas se solapen y donde las comunidades puedan integrarse en su vecindario. (Rogers, 2000)

Una ciudad que promueva la creación de núcleos caminables donde se integren todos los servicios ya sea vivienda, trabajo y entretenimiento de tal forma que no se requiera el uso del automóvil para los desplazamientos de las personas entre sus distintas actividades; se promueva y se disponga de un sistema de transporte público eficiente que cubra las necesidades de desplazamiento dentro de la ciudad y que se desincentive el uso del automóvil como principal medio de transporte dentro de las áreas urbanas. Como plantea Rogers, se diseñe una ciudad compacta y sostenible que recupere la cohesión social y posea un tipo de estructura urbana que pueda fácilmente responder a la variedad cultural. La ciudad deberá responder, a la gente que alberga, a la comunicación, condensar el fomento de actividades humanas y generar y expresar su propia cultura. Bien sea en climas templados o extremos, en sociedades ricas o pobres, la meta del desarrollo sostenible consiste en idear una estructura flexible que haga posible una comunidad sólida en el seno de un entorno saludable y sin contaminación. (Rogers, 2000)

Las ciudades deben concebirse como sistemas ecológicos para planificarlas y gestionar la explotación de sus recursos, buscar lograr la resiliencia de las mismas, donde se deben reciclar materiales, reducir el gasto, conservar las energías agotables y experimentar con las renovables. En este sentido hay que promover el diseño urbano de ciudades que disminuyan la "huella ecológica" que dejan. En la medida en que la gran mayoría de la producción y el consumo tiene lugar en las ciudades, los actuales procesos lineales que generan polución a partir de la producción deben reemplazarse por procesos circulares de uso y reutilización. Estos procesos aumentan el rendimiento general de la ciudad y reducen su impacto sobre el medio ambiente. (Rogers, 2000)

El concepto de ciudad compacta se basa en la asunción de que determinadas  intervenciones impulsan nuevas oportunidades de eficiencia. Una ciudad de este tipo, donde se solapen las actividades urbanas, resulta más cordial, al tiempo que limita la necesidad del automóvil, permitiendo un ahorro considerable de energía destinada a transporte, menos vehículos significa menos atascos y mejor calidad del aire; lo que promueve el uso de la bicicleta y el peatón. A su vez, una buena calidad del aire permite ventilar de manera natural en lugar de recurrir al aire acondicionado. (Rogers, 2000)

El desarrollo sostenible de las ciudades del país se puede lograr con una buena planificación urbanística que promueva el diseño de los elementos que permitan mejorar el hábitat con sistemas abiertos; donde se diseñen espacios públicos que consideren y permitan la integración de la sociedad como factor principal; donde se puedan producir distintas actividades o programas en áreas reducidas y cercanas, evitando la segregación de programas y promoviendo la creación de núcleos de desarrollo; y donde se pueda propiciar el uso eficiente de la energía y los entornos amigables con el medio ambiente.


Bibliografía
- BID. (2011). Sostenibilidad Urbana en América Latina y el Caribe. Washington D.C., USA: Banco Interamericano de Desarrollo.
- Gligo, N. (2006). Estilos de desarrollo y medio ambiente en América Latina, un cuarto de siglo después (Vol. 136). Santiago, Chile: Series Medio ambiente y desarrollo, CEPAL.
- Gomez, D. (2008). Ordenación Territorial (2da. Edición ed.). Madrid, España: Mundi-Prensa.
- ONU. (2015). Agenda 2030; Obgetivos de Desarrollo Sostenible. Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. New York: Organización de las Naciones Unidas.
- ONU. (1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Río de Janeiro: Organización de las Naciones Unidas.
- Rogers, R. (2000). Ciudades para un pequeño planeta. Londres, Inglaterra: Faber & Faber Ltd.

La urbanización inclusiva, sostenible y planificada a través del uso potencial de los espacios intersticiales

En Latinoamérica, la planificación ha quedado de lado y las ciudades se han ido desarrollando a través de prácticas desordenadas de crecimiento, es así que muchos de los asentamiento humanos existentes en ciudades como Quito, se han ido realizando bajo la promoción personas que se han preocupado por el lucro solamente y no han velado por la calidad de vida de las personas. Mucho más grave es cuando estos asentamientos se han generado por invasiones o asentamientos humanos ilegales que se disponen en las zonas peri-urbanas de las ciudades o a las afueras de los círculos de las híper-centralidades que se forman en las ciudades.

Lógicamente estas prácticas poco contribuyen al desarrollo sostenible de las ciudades, los municipios deben velar por cubrir las necesidades de hábitat de la población y evitar que prácticas no planificadas de crecimiento se sigan realizando; el desarrollo sostenible sólo se transformará en una propuesta en serio en la medida que sea posible distinguir sus componentes reales, es decir, sus contenidos sectoriales, económicos, ambientales y sociales. (Gligo, 2006)

La meta 11.3 propuesta por la Agenda 2030 de la ONU, busca aumentar la urbanización inclusiva y sostenible, en ese sentido y considerando la poca capacidad de territorio que las ciudades poseen hoy en día, la urbanización desregulada, la complejidad de la instalación de formas nuevas de regulación territorial más allá del único marco de la ciudad en sus límites clásicas, las opciones de fomento consistiendo en hacer sobresalir la velocidad y los transportes en detrimento de la concepción urbana (Dumont, 2006), plantea la necesidad de crear mayor cabida en los híper-centros de las ciudades para evitar la urbanización de las áreas colindantes a las ciudades y que pertenecen a las zonas rurales del territorio en desmedro de las actividades agrícolas o de protección, y sin considerar que la evolución planificada del sistema territorial es ineludible para avanzar hacia un sistema satisfactorio y sostenible que proporcione un marco adecuado a la calidad de vida de los ciudadanos. (Gomez, 2008)

Una de las propuestas que se maneja es la densificación de las urbes a través de acciones que promuevan la verticalidad de las ciudades; pero otra alternativa para crear ciudades más inclusivas es la utilización de los espacios intersticiales o áreas vacantes que se han proliferado en las ciudades y que en la actualidad se han convertido en focos de delincuencia, basureros clandestinos o simplemente vacíos de ciudad que se encuentra desaprovechados. Entregando con esto una nueva propuesta al habitar urbano y al desarrollo sostenible de las ciudades; una nueva visión de ciudad sostenible caracteriza al desarrollo urbano como un sistema holístico en el cual los aspectos sociales, económicos, ambientales e institucionales se encuentran armonizados integralmente. (BID, 2011)

Planificar a través de los espacios intersticiales y áreas vacantes de los asentamientos humanos, es  una solución para que las ciudades o urbes puedan, de una manera efectiva y adecuadamente planificada, dar soluciones de mejoramiento de la calidad del hábitat urbano, habitabilidad, espacios públicos, valores de convivencia ciudadana, cohesión social, equipamiento y esparcimiento para facilitar el desenvolvimiento de la diversidad de actividades e interrelaciones que los diferentes actores de los centros urbanos requieren, en el marco de una planificación, ordenamiento territorial y desarrollo local sostenibles.

Las estrategias de revitalización, aprovechamiento y/o creación de elementos urbanos cualitativos para el desarrollo, mediante la optimización de las potencialidades de los espacios intersticiales y áreas vacantes, planteando usos y ocupaciones derivados de las necesidades, valores, patrimonio e identidad que permitan convertirlos en nodos de articulación, cohesión social, desarrollo comunitario y contribución a la formación de ciudades sostenibles. Y lo que conforman estas estrategias de planificación que integran la revitalización de estos espacios vacíos, crearán nodos de desarrollo local y endógeno en las ciudades que permitan apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales. (ONU, 2015)

Por último y sin restar importancia, otra variable que en la búsqueda de crear una mejor calidad de vida en los asentamientos humanos y con ello cumplir el objetivo 11.3 de la Agenda 2030, es la sustentabilidad que se puede alcanzar en la construcción de las viviendas a través de estrategias de construcción energéticamente eficientes, que se determinan entre otras a través de la selección de materiales de construcción y diseños que reduzcan los daños provocados por inundaciones o tormentas. La selección de lugares que se hallan en terrenos no propensos a sufrir estos desastres naturales constituye otra estrategia de adaptación. Tales acciones de planificación y diseño constituyen técnicas de desarrollo “resilientes” que hacen frente al desafío de la adaptación al cambio climático. (BID, 2013)

El desarrollo territorial sostenible que se puede lograr con la revitalización de aquellos espacios vacantes intersticiales y con el uso de construcciones energéticamente eficientes, son acciones viables que permitirán crear un modelo sostenible de vinculación entre la trama urbana, la cohesión social, la calidad integral del hábitat y las actividades antrópicas que en ella se desarrollan. 


Bibliography
−    BID. (2013). Mitigación y adaptación al cambio climático a través de la vivienda. Washington D.C., USA: Banco Interamericano de Desarrollo.
−    BID. (2011). Sostenibilidad Urbana en América Latina y el Caribe. Washington D.C., USA: Banco Interamericano de Desarrollo.
−    Dumont, M. (2006). Pensar los intersticios urbanos. Espacestemps .
−    Gligo, N. (2006). Estilos de desarrollo y medio ambiente en América Latina, un cuarto de siglo después (Vol. 136). Santiago, Chile: Series Medio ambiente y desarrollo, CEPAL.
−    Gomez, D. (2008). Ordenación Territorial (2da. Edición ed.). Madrid, España: Mundi-Prensa.
−    ONU. (2015). Agenda 2030 :: Obgetivos de Desarrollo Sostenible. New York: Organización de las Naciones Unidas.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el PNBV Ecuador

Ecuador como país ha dado impulsos y acuerdos importantes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, de la misma forma el país ha suscrito varios tratados internacionales, y si consideramos que el orden jerárquico de aplicación de las normas legales son en primer lugar la Constitución de la República del Ecuador, en segundo lugar los Tratados y Convenios Internacionales, en tercer lugar las Leyes Orgánicas y Ordinarias y en los siguientes lugares los demás niveles de las normativas existentes. Esta jerarquización de las leyes, determina que el país debe cumplir y acatar a las normativas o recomendaciones que estos tratados internacionales promueven. Uno de esos tratados es el que la nación firmó en la última Asamblea General de la ONU, celebrada en la ciudad de New York, en ella los países renovaron su compromiso con el desarrollo social y la lucha contra la pobreza, en ella se traza el camino o ruta que los países deben seguir para los próximos 15 años. Esta nueva agenda se denominó Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En este sentido, el Ecuador debe promover a través de todas sus instancias acatar y cumplir con los 17 nuevos objetivos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, si consideramos que el país en su recuento del cumplimiento de los objetivos de la Agenda del Milenio, presentó que había cumplido las 20 de las 21 metas de los ocho objetivos del milenio, y que la única meta que el país no había alcanzado a cumplir fue la meta número siete Reducir un 75% la tasa de mortalidad materna entre 1990 y 2015 donde se había alcanzado sólo el 68% del 75% que se tenía fijado como meta. Este es un panorama alentador y al mismo tiempo genera un gran compromiso como nación para tener una efectividad similar a la nueva Agenda 2030, y hay que considerar que para estos próximos 15 años se determinaron 169 metas en diecisiete objetivos.

Por otro lado, Ecuador ha desarrollado un plan nacional de desarrollo denominado Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, este documento estratégico abarca tres grandes grupos: en primer lugar los Objetivos nacionales para el Buen Vivir, los cuales están categorizados en doce objetivos, en segundo lugar la Estrategia Territorial Nacional y en tercer y último lugar los Lineamientos para la inversión de los recursos públicos y la regulación económica. Como postula este documento; para alcanzar el Buen Vivir, el Gobierno asumió desde su inicio el compromiso de defender el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y el respeto a los derechos de la naturaleza. Estos derechos fueron consagrados en la Constitución del 2008 que, además, convirtió al Ecuador en un referente, por ser el primer país en el planeta que reconoce los derechos de la naturaleza en su marco constitucional. (SENPLADES, 2014)

Este compromiso de garantizar los derechos de la naturaleza y promover las sostenibilidad ambiental, territorial y global, que el país asumió tanto en el plan de desarrollo como en su carta magna, da un giro importante en la percepción y acción que el país y sus ciudadanos deben tener con el eco sistema; y se encuentra complementado con los compromisos y acciones que la Agenda 2030 promueve para proteger el planeta contra la degradación, incluso mediante el consumo y la producción sostenibles, la gestión sostenible de sus recursos naturales y medidas urgentes para hacer frente al cambio climático, de manera que pueda satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras. (ONU, 2015)

Sin embargo hay que considerar que los objetivos agendados para los próximos 15 años deben considerar las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental y es en ese sentido el plan nacional de desarrollo promueve el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 con la transformación productiva bajo un modelo eco-eficiente con mayor valor económico, social y ambiental; donde, se plantean como prioridades la conservación y el uso sostenible del patrimonio natural y sus recursos naturales, la inserción de tecnologías ambientalmente limpias, la aplicación de la eficiencia energética y una mayor participación de energías renovables, así como la prevención, el control y la mitigación de la contaminación y la producción, el consumo y el pos-consumo sustentables. (SENPLADES, 2014)

El desarrollo sostenible debe ser visto de una manera global donde se integren las tres dimensiones de forma conjunta y que actúen en una dirección o ruta de crecimiento, el desarrollo es una suerte de vector cuyos elementos son la autonomía creciente, la también creciente capacidad de retención y reinversión de una proporción del excedente, la inclusión social, la sostenibilidad ambiental y la auto-identificación socio-territorial. (Boiser, 1997) Y es importante que los países empiecen a ocuparse en los lineamientos que permitan convertirse en una economía más sostenible, una planificación que considere los tres factores del desarrollo sostenible como pilares de su crecimiento, que adopten políticas con mayor inclusión social, que los países y entre ellos Ecuador mientras más pronto inicien la transición hacia un desarrollo sostenible y una economía más verde, más eficientemente podrá evitar los costes económicos y sociales negativos del cambio climático y de aprovechar las oportunidades para el desarrollo económico y social. (OIT, 2012)

La planificación territorial es una variable importante para cumplir con los objetivos agendados por la ONU; el Ecuador en su plan de desarrollo también propone una la estrategia territorial que permita equilibrar la brecha existente entre los ámbitos sociales, económicos, de infraestructura y ambientales existentes en la sociedad. Un factor clave en la planificación territorial es la integración de los impactos económicos con el medio ambiente y la sociedad; por lo que los esfuerzos deben estar enfocados en el control de la expansión urbana, mejorar las interfaces ciudad-transporte y limitar la necesidad de viajes en vehículos particulares, promoviendo la densificación de las áreas urbanas cercanas a las estaciones de transporte público. (ICSD, 2010) La evolución planificada del sistema territorial es ineludible para avanzar hacia un sistema satisfactorio y sostenible que proporcione un marco adecuado a la calidad de vida de los ciudadanos. (Gomez, 2008)

La promoción del consumo social y ambientalmente responsable es otro de los factores claves que las autoridades deben tomar en cuenta en la planificación nacional, y no solamente relacionado con el consumo, sino que también con la producción; el objetivo es incorporar metodologías de producción que sean amigables con el medio ambiente y que limiten sus impactos, buscando el mejoramiento en la competitividad, en la calidad de vida de los ciudadanos y en las condiciones sociales de producción. Si no se revierte el modelo de consumo actual, con los patrones de producción y consumo que producen una cantidad excesiva de residuos –junto con la degradación de la tierra, la deforestación y la pesca indiscriminada–, llevarán a una mayor escasez de agua y a un aumento de los precios de los alimentos, la energía y otros bienes. (OIT, 2012) De ahí la importancia de promover nuevos métodos de consumo y producción que sean social y ambientalmente responsables.

El cambio climático, es sin lugar a dudas el reto más importante que se ha propuesto la ONU a través de la Agenda 2030, y dado que el aumento de la temperatura global traerá efectos adversos que hacen peligrar la subsistencia de los eco sistemas que sirven de sostén biológico del planeta, así como ponen en riesgo la supervivencia de ciertas sociedades más vulnerables. Hace imperante que el gobierno adopte estrategias que promuevan el uso de energías alternativas y renovables y por otro lado se hace necesario que la ciudadanía promueva el ahorro del consuma de energía y la implementación de estrategias de eficiencia energética y mayor eficiencia de los recursos. Los gobiernos y el ecuatoriano es uno de ellos, debe promover la implementación de viviendas y edificios con estándares de eficiencia energética; un estudio de la Universidad de Cambridge analiza el gasto en energía en hogares de muy bajos ingresos, entre los que se encuentran los jubilados, las madres solteras y los beneficiarios de asignaciones sociales (OIT, 2012) en los cuales se obtienen resultados alarmantes que determinan que existe un gran consumo de energía en las familias de bajos ingresos y que sus viviendas tienen muy baja o nula eficiencia energética.

Son muchas las acciones que los países y en especial el Ecuador deben considerar para crear el plan de desarrollo, ya sea el plan nacional del buen vivir u otro nombre que se adopte. Pero es importante identificar que el Ecuador a través de su plan actual para el período 2013 al 2017 plantea varios de las políticas que se encuentran determinadas en las 169 metas de los diecisiete objetivos de la Agenda 2030, lo que hace determinar que el país ha tomado la senda correcta, que sus lineamientos son concordantes con los objetivos del desarrollo sostenible. Pero es importante que estos lineamientos no se queden en documentos solamente, sino que las autoridades generen mecanismos de implementación,  de gestión, de control y de respuesta a las exigencias y compromisos que el país tomó a través de la firma de este tratado, es importante que las políticas y las acciones vayan de la mano, para que en el 2030 el Ecuador pueda presentarse con un resultado contundente de que se han cumplido los objetivos.

Y es más importante aún que el mundo entero entienda que el planeta es finito y que todos los países del planeta Tierra deben luchar por cumplir los objetivos y velar porque los tres ejes del desarrollo sostenible logren en lo económico, en lo social y especialmente en lo ambiental, si bien es cierto se deben cumplir con las tres dimensiones, hay que tener claro que el componente ambiental es el que contienen a los otros dos componentes, y que este es finito y sus recursos naturales son escasos y no renovables.



Bibliografía
−    Boiser, S. (1997). El vuelo de una cometa. Una metáfora para una teoría del desarrollo territorial. Santiago, Chile: ILPES.
−    ICSD. (2010). Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible 2010-2013. Paris, Francia: Comité Interministerial de Desarrollo Sostenible.
−    Gomez, D. (2008). Ordenación Territorial. Madrid, España: Mundi-Prensa.
−    OIT. (2012). Hacia el Desarrollo Sostenible. Ginebra, Suiza: Oficina Internacional del Trabajo.
−    ONU. (2015). Agenda 2030 :: Obgetivos de Desarrollo Sostenible. New York: Organización de las Naciones Unidas.
−    SENPLADES. (2014). Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017. Quito, Ecuador: Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo.


El Ecuador, una realidad y una perspectiva macroeconómica actual


En los últimos años la situación económica del país se ha visto beneficiada, lo que ha permitido que haya una reactivación en comparación a los años inmediatos posteriores a la dolarización, pero esta bonanza económica ha sido principalmente producto del alto precio del petróleo, lo que ha generado que el país obtenga recursos frescos y le ha permitido realizar varias inversiones sobretodo en infraestructura vial, en educación y en salud, pero esto en realidad ha significado realizar un pago de la deuda social que el país mantenía, sin embargo esta fuerte inversión social ha dinamizado la economía del Ecuador, principalmente ha sido una importante fuente de generación de empleo y ha permitido que las personas obtengan una mejor calidad de vida.

Pero que ha pasado en estos últimos años, cuando las proyecciones de la economía ecuatoriana han empezado a percibir una desaceleración, principalmente por la alta caída del precio del barril de petróleo, y que a la par se ve complicada por la apreciación del dólar. Entonces cuales son las oportunidades que tiene el país para sobrellevar la crisis que se avecina. Dado que el Ecuador posee una economía dolarizada no es posible la devaluación de la moneda, entonces las medidas que el gobierno central ha tomado han ido en función de la implementación de salvaguardas arancelarias a las importaciones como forma de resguardar que el circulante nacional no salga fuera de las fronteras, y teniendo conciencia que estas medidas son paliativas y buscan un objetivo claro, cual es la situación que se genera al interior, cual es el costo social, principalmente una gran incertidumbre, una mayor inflación, los precios de los bienes han ido en aumento, lo que ha generado que la capacidad adquisitiva de la población se vea reducida, a esto se puede identificar la escases de productos que no llega a situaciones críticas, pero si se ha visto reflejada en la baja de productos de consumo importados.

Las propuestas del gobierno central están enfocadas en el incentivo de la producción nacional, y el consumo de productos fabricados en el país, incentivando el valor nacional en la producción de productos, sin embargo, Ecuador es un país principalmente exportador de commodities e importador de productos con valor agregado por lo que la oferta de productos con factoría nacional es escasa y no cubre las necesidades de la población. Si bien es cierto, el gobierno está trabajando en el cambio de la matriz productiva, esta estrategia requiere de un mayor plazo de ejecución y cambio.

Lo que se propone como camino a seguir, no ha generado una sostenida reactivación productiva. La generación de empleo es incipiente. La inflación, exacerbada últimamente por efecto de los elevados precios de los alimentos a nivel mundial, sigue siendo una tarea por resolver; recuérdese, además, que la reducción de la inflación, hasta llegar a un dígito, se tomo cinco largos y costosos años. No se ha producido una diversificación de las exportaciones; la economía ecuatoriana continúa dependiente del petróleo y de los mismos pocos productos agrícolas tradicionales. Las escasas mejoras de la competitividad se explican más por la depreciación del dólar en los últimos años. (Acosta, 2009, p. 8)

Bajo este escenario, y dados la situación de Ecuador que basa su economía en el extractivismo petrolero es importante mirar al lado, donde los países han buscado la reactivación de la producción mediante el apoyo a la empresa privada, esta claro que un gran volumen de empleo lo generan las pequeñas y medianas empresas particulares, el Ecuador no ha promovido este tipo de incentivos a la producción, sus políticas se han enfocado principalmente a la contratación pública, a generar una gran cantidad de instituciones públicas que generen empleo, pero esta estrategia ha permitido generar un estado cada vez más grande y burocrático, si bien es cierto se ha generado empleo y capacidad de compra, al mismo tiempo este estado genera un mayor gasto público.

El Ecuador debe buscar la manera de diversificar su producción donde se deba incorporar un mayor valor agregado a su producción, buscando robustecer su mercado interno y a la vez encontrar integrar su mercado con los países de la región. Ecuador debe crear un nuevo perfil de especialización productiva debe contar con un adecuado sostenimiento interno. Y este nuevo perfil necesariamente deberá orientarse hacía una economía post-extractivista, que sea menos dependiente de exportaciones primarias y, por ende, menos depredadora de la mano de obra y de la Naturaleza. (Acosta, 2009, p. 13)

Buscar nuevos caminos a la productividad del país con el apoyo de la empresa privada y no sólo en un modelo estatal puede permitir al país un nuevo enfoque de desarrollo, hoy en día se habla de las nuevas alianzas público-privadas, sin embrago el modelo está pensado en macro empresas para proyectos de gran envergadura, especialmente enfocadas en las áreas de infraestructura vial y puertos aéreos o marítimos; pero es necesario ampliar el espectro a las pequeñas y medianas empresas y a otras áreas de negocios que permitan un mayor dinamismo de la economía de la población, que se genere una mayor cantidad de empleo estable en otras áreas de la economía local y se evite la generación del empleo informal que en los últimos años ha tenido un incremento importante.

Este proceso de que el país deba promover la diversidad de la producción, no significa que la exportación primaria haya de sacrificarse para favorecer el desarrollo industrial; no sólo porque ella nos suministra las divisas con las cuales adquirir las importaciones necesarias al desenvolvimiento económico, sino también porque, en el valor de lo exportado, suele entrar en una proporción elevada la renta del suelo, que no implica costo colectivo alguno. Si con el progreso técnico se logra aumentar la eficacia productora, por un lado, y si la industrialización y una adecuada legislación social, van elevando el nivel del salario real, por otro, se podrá ir corrigiendo gradualmente el desequilibrio de ingresos entre los centros y la periferia, sin desmedro de esa actividad económica esencial. (Prebisch, 1949, p. 12)

En la actualidad, la situación se ve compleja, es claro que la bonanza del precio del barril de petróleo ha terminado, la pregunta que se debe hacer es que hubiera pasado si el gobierno central habría ahorrado un porcentaje del excedente de los ingresos del petróleo que hubo en estos últimos años, este ahorro podría haber solventado o reemplazado varias de las medidas adoptadas (Política económica y evolución de la economía, 2015) por el gobierno, si a esto le sumamos que el fondo de estabilización petrolera también fue desmantelado en su momento para invertirlo en inversión pública. Y la forma como el país estaría afrontando la crisis, sería muy distinta lo que generaría una mayor seguridad y holgura financiera para buscar los caminos que permitan resistir la grave situación económica reinante y que el Ecuador al estar inmerso en los mercados internacionales sale directamente afectado.

El empleo es un tema clave que se ha dejado de lado en términos estructurales, es cierto que se ha incrementado el mismo a través de la contratación en empresas públicas, pero es imprescindible que el país y sobretodo las empresas privadas generen empleo y estabilidad para la población. Esto se logra incentivando por parte del estado la inversión privada, y dando garantías de funcionamiento y proyección económica a las empresas, generando un clima de estabilidad y seguridad para que los privados realicen nuevos emprendimientos. En la región países como Colombia, Chile, Perú han promovido un modelo de desarrollo en ese sentido y en el caso sobre todo chileno, han tenido las políticas que les permiten mantener reservas de las exportaciones del cobre de tal forma que les ayuden a afrontar este tipo de amenazas económicas que se presentan de forma globalizada.

Bibliografía
- Acosta, A. (2009). Ecuador: ¿un país maniatado frente a la crisis? . Quito, Ecuador: ILDIS-FES.
- Política económica y evolución de la economía. (2015). RCP, Reporte de Consistencia Macroeconómica (38).
- Prebisch, R. (1949). El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas. Santiago, Chile: CEPAL.