Para insertarnos en la temática de la planificación e identificar sus herramientas para
enfrentar la complejidad, la incertidumbre y el conflicto es necesario definirla, entonces:
La planificación es un método bajo la forma del proceso, para la toma de decisiones en torno
al mantenimiento de una realidad dada a su transformación en otra más deseable, mediante
la distribución de recursos entre fines múltiples, cumpliendo los siguientes requisitos: la
minimización de costos, la maximización de beneficios y el mantenimiento de equilibrios
dinámicos entre las fuerzas sociales que poseen los recursos, desean poseerlos o se ven
afectados por el uso que de ellos se haga. Es decir que la planificación nos permite
establecer la relación que debemos tener entre los objetivos a alcanzar y los medios para
lograrlos de forma eficiente. Por otro lado el proceso de planificación consta de fases tales
como: la definición de objetivos, el diagnóstico, la prospectiva, la selección de los
instrumentos para alcanzar los objetivos y la definición de mecanismos para implementar
y revisar lo planificado. Para que un proceso de planificación resulte se deben determinar
todas las acciones propuestas para alcanzar los objetivos definidos, y estos pueden ser de
tres tipos, aquellos definidos en reglamentos, estatutos o leyes, aquellos que surgen de la
evaluación de una cierta problemática y aquellos que resultan de un proceso de
planificación preventiva.
Los instrumentos de la planificación, es todo aquello que permite contribuir al logro de los
objetivos planteados, de la misma forma todo instrumento para lograr un objetivo puede a
la vez convertirse en objetivo para otros instrumentos, cuando se plantea solucionar un
problema, no existe una metodología fija, sin embargo un camino es ir de lo más general a
lo particular y definir como objetivos aquello que por cualquier razón válida se pueda o
deba destacar. Y podemos definir que los instrumentos para una planificación serian: las
políticas, como principios rectores; las acciones generales, como propuestas a su mayor
nivel de generalidad; las acciones específicas, como disgregaciones de las acciones
generales; y las estrategias, como la manera de organizarse y actuar secuencial y
elásticamente para implementar la política, ganando terreno y haciendo que el oponente
lo pierda20. Si bien las acciones son instrumentos para la planificación, estas a su vez están
constituidas por cuatro fases del proceso; la factibilidad, la compatibilidad la
complementariedad y la suficiencia, estas fases nos permiten realizar un análisis de las
competencias, los beneficios y los costos de un instrumento. Por otro lado el análisis de
factibilidad de que un instrumento puede ser implementado y aplicado, se sub divide en
evaluaciones del tipo técnico, financiero, económico, social, jurídico administrativo, de
seguridad y defensa, ambiental y socio político. Además de la relación de costo/beneficio
que son utilizados en la evaluación financiera se debe considerar los siguientes
coeficientes: la rentabilidad del capital, la tasa interna de retorno (TIR) y la velocidad de
rotación del capital.
Además de la evaluación de los instrumentos, existen las matrices multicriterios, las cuales
son herramientas muy utilizadas en la planificación para evaluar la importancia y/o
factibilidad de las acciones que han sido propuestas; estas son una definición de criterios
para juzgar y jerarquizar cada una de las acciones a implementar. Otra forma de
evaluación de los instrumentos es el proceso analítico jerárquico, que nos permite definir
cuales causas de un determinado problema son más urgentes o importantes de solucionar,
cuales acciones son más factibles o cuales futuros son los mas probables; este proceso
permite la generación de reportes más convincentes.
El análisis de la viabilidad socio-política de las acciones propuestas en un plan, es un
elemento fundamental en la planificación y busca determinar y mantener los equilibrios
dinámicos entre las diferentes fuerzas sociales; existen varios métodos de análisis y uno
de los más importantes es la matriz FDOA o FODA que permite determinar las Fortalezas y
Debilidades de quien desea alcanzar los objetivos planteados y de las Oportunidades y
Amenazas en el entorno que condicionan el logro de los mismos. Con los resultados de
este análisis es posible generar un gráfico que permite sugerir los tipos de estrategias de
acuerdo a las múltiples combinaciones de fortalezas-debilidades y oportunidades-
amenazas.
El análisis de conflicto es una manera en que las distintas personas o grupos sociales
interactúan y que son originadas por distintos factores como la escases de recursos o
variabilidad de posiciones de tal forma que unas pueden ganar a expensas de otras;
conocer las características esenciales, valores, motivos, actitudes y/o tipo de información
que maneja cada grupo permite en la planificación movilizar de forma eficiente los
recursos a fin de lograr los objetivos propuestos. La intensidad de cualquier conflicto, va a
depender principalmente de la información que se disponga de los oponentes ya sea en el
sentido de sus recursos o sus intenciones y la relación de poder entre las partes. La
solución de un conflicto puede darse con la definición del punto de equilibrio general,
definido como aquella salida factible que sea racional o secuencial, o una mezcla de ambas
cosas, para todos los participantes.
La planificación requiere ser muy flexible, rápida y participativa, debe ser capaz de tomar
decisiones cotidianas de forma simplificada; el método SODA consiste en ir reduciendo
sucesiva y rápidamente una realidad compleja y más o menos difusa a sus elementos más
centrales, facilitando la toma de decisiones, y consiste en los siguientes pasos o etapas.
- Selección de áreas temáticas sobre las cuales es necesario tomar decisiones.
- Clasificación de dichas áreas en: importantes (I), urgentes (U) y aquellas que son menos importantes y/o urgentes.
- Dentro de cada área, definición de opciones para la decisión a tomar.
- Identificación de incompatibilidades entre las opciones de las diferentes áreas.
- Construcción de esquemas de decisiones, entendiendo por tales un conjunto integrado por una opción de cada área.
- Identificación y exclusión de esquemas de decisiones no factibles, por presencia de incompatibilidades.
- Preselección estratégica de esquemas de decisiones factibles, mediante su calificación en función de criterios predefinidos.
- Selección final de esquemas, comparando los preseleccionados.
- Definición de un Paquete de Propósitos, distinguiendo: las decisiones que deben ser tomadas en el presente y las que pueden ser diferidas.
Los resultados son mas efectivos y claros si posteriormente se analizan los escenarios
futuros posibles, esto lo podemos determinar mediante dos técnicas, la primera
denominada técnica de escenarios, permite estimar el comportamiento futuro de un
conjunto dado de tendencias, en función al comportamiento probable de los eventos que la
determinan y están fuera de los límites del plan; tradicionalmente en cualquier plan se
debe considerar la existencia de cuatro escenarios básicos posibles; tendencial, pesimista,
optimista e intermedio; por otro lado ninguno de estos escenarios posibles clarifica la
firma que interactúan los distintos factores, además no se considera las probabilidades de
la ocurrencia de dichos escenarios. Desde ese punto de vista resulta más útil definir dos
tipos de escenarios: los más probables, aquéllos con mayor probabilidad de ocurrencia; y
los más deseables, aquéllos capaces de generar las mejores tendencias. Una vez hecho
esto, los decisores se encuentran ante una disyuntiva típica: atar su actuación a lo que
parece ser un marco irrompible, el escenario más probable, o intentar lograr el más
deseable, incluyéndolo en el plan, diseñando y aplicando medidas para ello.
La segunda técnica es el análisis de fortaleza o de flexibilidad, la cual se describe a partir
de una situación inicial, se proponen tres esquemas factibles alternativos, de los cuales se
determina o escoge uno. A continuación se realiza una lista de las posibles consecuencias
futuras de ese esquema seleccionado, y se las clasifica como deseables (D), aceptables (A),
indeseables (I) y catastróficas (C), y a partir de cada esquema se agrupan con la finalidad
de identificar las consecuencias pertinentes de dicho esquema.
Dentro de las técnicas de planificación podemos encontrar a los mapas cognitivos, estos
son representaciones gráficas de un discurso que facilitan la discusión y toma de
decisiones de un tema tratado, evitando con ello as limitaciones de la discusión puramente
verbal. En estos mapas se hace necesario sintetizar, centrándose en lo más relevante; cada
oyente exige aclaratorias con relación al significado de cada expresión; se piensa
ordenadamente en la secuencia de causas y efectos; se ve la totalidad, no partes, de lo que
se desea transmitir; no es ya posible negar que se dijo algo. En suma, la discusión se hace
mucho más rica y precisa.
Todo plan propone un cambio desde una situación inicial a otra más deseable y/o más
posible. La utilización del plan para lograr ese cambio, puede y debe ser planificada. El
levantamiento de esta información como los escenarios, la viabilidad socio-política, el
análisis de los conflictos entre otras variables, buscan aunar criterios que nos permitan
identificar aspectos como el futuro más probable, las dificultades técnicas, financieras o
políticas, el valor social, la factibilidad institucional los actores, las amenaza al plan, etc.
con toda esta información y las herramientas necesarias, es el momento de llevar a cabo
las medidas proactivas que permitan eliminar los obstáculos y canalizar los actores y
acciones a favor de la culminación del plan. Es decir diseñar las estrategias para generar la
viabilidad de la planificación. Las estrategias definitivamente tienen que ser ágiles,
participativas y políticas.
De tal forma la planificación no solamente es la optimización de acciones técnico-
económicas, es también una actuar político que intenta mantener equilibrados los
distintos actores o problemas sociales, y cuyas fuentes de poder y/o herramientas son el
conocimiento, la información y la permanente participación de grupos interdisciplinarios
e interinstitucionales. Finalmente, cual sería entonces la labor del planificador y esto lo podemos describir con la
siguiente definición: El planificador sería aquel que sabe distribuir recursos relativamente
escasos, entre fines múltiples y alternativos, minimizando costos y maximizando beneficios;
entendiendo que los recursos, los costos y los beneficios no son sólo los financieros, sino
también los humanos, los sociales, los culturales, los espaciales y los naturales; y/o
manteniendo en equilibrio dinámico a los actores sociales que poseen dichos recursos, desean
poseerlos o se ven afectados por el uso que de ellos se haga.
Bibliografía:
CASTELLANO Hercilio, Planificación: herramientas para enfrentar la complejidad, la incertidumbre y el
conflicto, CENDES, Caracas 2010
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